Camilo dice que sobre todo es “una cervecería donde tomarse unas buenas tapas con los amigos”. Y parece que es cierto porque los clientes nos comentan que no hay nada mejor que ir a tomar algo a este rincón “después de jugar un buen partido con los amigos, además, el trato es inmejorable”.
Camilo, la primera pregunta es obligada, ¿quién es Blas?
Blas era mi perro cuando yo era pequeño, era un foxterrier. Yo vivía por esta zona y siempre se escapaba. Como lo perdieras un poco de vista ya estaba corriendo por ahí. De ahí viene el nombre. Para mí es muy entrañable.
¿Qué es lo que atrae a la gente a tu local?
Tenemos varios tipos de cervezas que a la gente le gusta mucho. Tenemos cervezas de importación y un grifo rotativo. Significa que cambiamos el barril de cerveza del grifo. Estas navidades la cerveza elegida será una Kwac.
¿También sois famosos por vuestros pinchos?
Los fines de semana abrimos la cocina para que se puedan comer los pinchos que preparamos. Es una mezcla de cocina rápida con un toque de diseño. El que más éxito tiene es la brocheta vegetal gratinada: berenjena, calabacín, tomate cherry todo gratinado y acompañado de arroz.
Supongo que tendréis todo reservado para estas Navidades…
No, porque nuestro público es el que viene a picar algo espontáneamente. No solemos tener reservas, vienen sin planearlo y al final se juntan en grandes grupos.
¿Vais a organizar fiesta para Fin de Año?
Como todos los fines de semana, La Fuga de Blas se convierte en pub. En Fin de Año abriremos después de medianoche y supongo que se llenará de gente. Es una noche muy corta pero que se trabaja mucho.
¿Entonces los fines de semana pasáis de cervecería tapería a bar de copas?
No sólo los fines de semana. Aunque parezca extraño un día que se trabaja mucho son los miércoles. La “movida universitaria” de Pontevedra hace que los fines de semana se empiecen mucho antes.
Las cervezas son buenas y los pinchos también. La decoración es otro de los puntos fuertes del negocio, ¿quién es el diseñador?
Es un diseñador de interiores que se llama Ramón Vigo. Como ves mezcla un poco el estilo urbano con otro más colegial o infantil. La verdad hizo un gran trabajo.
