miércoles, abril 27

Entrevista en la Voz de Galicia

Camilo Garrido (Pontevedra, 1980) tiene estudios de turismo. Sin embargo, a él lo que verdaderamente le tira es el sector de la hostelería. Tenía una idea y de ella nació La fuga de Blas, ubicado en la calle Padre Luis.

-¿Quién es Blas?
-Blas era un perro que tenía de pequeño que siempre me escapaba. Una vez incluso apareció en casa nueve meses después de fugarse. La última vez que se escapó no regresó jamás. Era un fox terrier, muy conocido en la plaza de A Ferrería porque siempre le robaba la merienda a los niños que jugaban allí.

-¿La clientela opta más por la carta de cervezas o la de vinos?
-Definitivamente por la de cervezas. Tenemos más de cincuenta marcas distintas. Además, y esto ya es una apuesta personal, tenemos cerveza de grifo que rotamos cada dos semanas.

-¿Funciona?
-Insisto, es una apuesta personal que le permite a los clientes saborear cervezas de varios países y de tipos muy variados. Por otro lado, en cuanto a los vinos, tenemos pocas referencias pero son caldos exquisitos y de calidad.

-Aquí, tengo entendido, se cuida mucho la cocina.
-La verdad es que sí. Tratamos de consolidarnos en el mundo del pincho y la consumición. Ofrecemos la posibilidad de disfrutar de un ambiente diferente. Mi idea fue la de montar un local que no sea como los demás.